Nuestro amigo Jesús lleva un repertorio espectacular de calaberas ambientadas en un fantástico cementerio, que al parecer no pasan desapercibidas allá donde va.
Estas imágenes realmente tétricas, nos demuestran que el tatuaje, además de adornar nuestro cuerpo, es capaz de transmitir mucho más.
Aunque al parecer a su hijo pequeño Isaac no le dan ningún miedo
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